Si has soñado alguna vez que, de pronto, caes al vacío o que simplemente caes de la cama, entonces formas parte de ese 95% de la población que comparte un mismo patrón onírico. Seguro que esta súbita y corta experiencia te ha hecho despertarte alarmado y con la respiración agitada. Un sobresalto que lejos de propiciar un sueño relajado nos llena de inquietud en la tranquilidad de la noche.
Pero ¿por qué ocurre? Te lo explicamos a continuación y te damos unos pequeños consejos para evitar que te suceda más veces.
¡Me voy a caer! ¿Por qué me hace esto el cerebro?
Hablemos primero de esa experiencia tan común: la de soñar que nos caemos de la cama. Si haces un pequeño esfuerzo de memoria, te darás cuenta de que este fenómeno se da sobre todo en los primeros instantes del sueño, a los pocos minutos de cerrar los ojos e incluso cuando nos quedamos dormidos en el sofá. Sin saber cómo, experimentamos de improviso una sensación extraña, como si estuviésemos a punto de volcar, de caer.
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